top of page

Una vida accidentada

Sí, una vida accidentada con final feliz...

Nací en Povedilla, un pueblecito de Albacete, en 1939.
A los 8 años mis padres me pusieron a trabajar de pastor de ovejas junto a mis hermanos Juan Antonio y Paco. Con ambos fui muy feliz, a pesar de que hasta los 12 anduve a campo abierto, con viento y lluvia, durmiendo sobre un pellejo y comiendo una vez al día. Si comía.

A los 17 años y de la mano de mi otro hermano Tomas y su esposa Primi, llegué a Barcelona.
No sabía leer ni escribir ni había pisado nunca una escuela. Poco después me fui a vivir con mi hermana Braulia y mi cuñado Alfonso en una portería, en pleno Ensanche de Barcelona.
Fue una etapa fantástica de mi vida.

Fui analfabeto hasta los 18 años, cuando llegué a Barcelona.
Empecé de aprendiz en una casa de persianas hasta que me fui al servicio militar en Sant Climent. Allí pidieron a los reclutas analfabetos que dieran un paso al frente y yo ni siquiera sabía qué significaba esa palabra.
Las lecciones me las daba un alférez junto a otros soldados.

Con los años, seguí mi formación y progresé lo suficiente hasta alcanzar un nivel profesional óptimo como para dirigir y crear empresas.
Me casé con mi esposa Pauli con la que tuve dos hijos, Ernesto e Isabel, que me han dado cuatro nietos que son el gran amor de mi vida.

8Marin familia.tif

J. M. Marín Estero​ | Tenor lírico

Cerdanyola del Vallés, Barcelona (España)

© 2021 Paula Saavedra

bottom of page